Steven Stayner fue un niño estadounidense que fue secuestrado a los 7 años en 1972 en Merced, California, por un delincuente llamado Kenneth Parnell. Stayner fue llevado a vivir en una remota cabaña en las montañas de California, donde fue víctima de abusos físicos y emocionales por parte de Parnell.
Stayner vivió con Parnell durante siete años, durante los cuales Parnell lo hizo creer que sus padres biológicos no lo querían y que había sido abandonado. Sin embargo, en 1980, Stayner se encontró con otro niño, Timothy White, de 5 años, que había sido secuestrado por Parnell y decidió escapar con él y llevarlo a la policía.
Después de escapar y regresar con su familia biológica, Stayner se convirtió en un símbolo de esperanza para muchas familias de niños desaparecidos. Más tarde, ayudó a las autoridades a capturar a Parnell, quien fue condenado por sus crímenes.
Stayner murió trágicamente en un accidente de motocicleta en 1989 a la edad de 24 años. Su historia ha sido objeto de varios libros, películas y documentales que han destacado su valentía y resiliencia a pesar de haber sido sometido a una terrible experiencia de secuestro y abuso.
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